¿Por qué la Navidad se celebra el 25 de diciembre? Origen, historia y paganismo
Cada año celebramos la Navidad el 25 de diciembre como si se tratara de una fecha incuestionable, marcada en piedra desde hace dos mil años. Luces, villancicos, tradiciones y rituales giran en torno a ese día… pero ¿realmente se sabe cuándo nació Jesús?
Lo cierto es que el 25 de diciembre es una fecha adoptada, no revelada. Para entender cómo y por qué se fijó ese día como el nacimiento de Jesús de Nazaret, hay que retroceder varios siglos, hasta una época en la que el cristianismo aún se estaba definiendo y convivía —no siempre pacíficamente— con celebraciones paganas muy arraigadas.
Según la tradición, fue el papa Julio I quien ordenó revisar las Escrituras con el objetivo de determinar la fecha del nacimiento de Jesús. Sin embargo, el resultado de esa búsqueda no fue una revelación clara, ya que la Biblia no menciona ni el día exacto del nacimiento de Jesús ni la celebración de la Navidad como festividad.
Curiosidad: No existe ningún documento oficial firmado por el papa Julio I que establezca explícitamente el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús. La atribución se basa en textos posteriores y en la tradición eclesiástica.
A lo largo del tiempo, historiadores y estudiosos han propuesto distintas fechas para el nacimiento de Jesús basándose en referencias bíblicas, ciclos agrícolas y acontecimientos históricos. Entre las más aceptadas se encuentran:
Curiosidad: El Evangelio de Lucas menciona pastores cuidando rebaños al aire libre la noche del nacimiento de Jesús, algo poco probable en Judea durante el invierno, lo que refuerza la idea de una fecha más templada.
Lo que sí parece claro es que los primeros cristianos no celebraban la Navidad. Durante siglos, el nacimiento de Jesús no fue una festividad relevante dentro del cristianismo primitivo.
La respuesta está en Roma.
Curiosidad: Durante los Saturnales se intercambiaban regalos, se decoraban las casas y se suspendían temporalmente las normas sociales. Algunas de estas costumbres sobrevivieron casi intactas en la celebración navideña.
Ante la imposibilidad de concretar el nacimiento de Jesús y con el objetivo de facilitar la conversión de los paganos, la Iglesia optó por cristianizar una festividad ya existente, sustituyendo antiguos rituales por nuevos significados religiosos.
Una estrategia eficaz: no eliminar la fiesta, sino adaptarla.
De hecho, en 1647, durante la Guerra Civil inglesa, el gobierno puritano prohibió la Navidad, al considerarla una festividad pagana y una “trampa papista”. La medida provocó tal rechazo popular que llegó a desencadenar disturbios y ocupaciones de ciudades.
Hoy damos por sentada la celebración de la Navidad el 25 de diciembre, pero su origen dista mucho de ser divino o bíblico. No existe ningún mandamiento ni indicación en las Escrituras que fije esa fecha ni que obligue a celebrar el nacimiento de Jesús.
La Navidad es, en realidad, el resultado de siglos de adaptación cultural, decisiones estratégicas y sincretismo religioso, una mezcla de tradiciones paganas y cristianas que ha evolucionado con el tiempo.
Y quizá ahí resida su verdadero significado: no en el día exacto, sino en cómo cada sociedad ha reinterpretado una celebración que, más que sagrada, es profundamente humana.
Lo cierto es que el 25 de diciembre es una fecha adoptada, no revelada. Para entender cómo y por qué se fijó ese día como el nacimiento de Jesús de Nazaret, hay que retroceder varios siglos, hasta una época en la que el cristianismo aún se estaba definiendo y convivía —no siempre pacíficamente— con celebraciones paganas muy arraigadas.
Curiosidad: Durante los tres primeros siglos del cristianismo, celebrar cumpleaños —incluido el de Jesús— se consideraba una costumbre pagana. Por eso, a los primeros cristianos ni siquiera se les pasaba por la cabeza festejar su nacimiento.
Por qué se celebra la Navidad el 25 de diciembre?
Para encontrar la primera celebración oficial de la Navidad el 25 de diciembre hay que remontarse al siglo IV, concretamente al año 379. Un siglo después, la festividad ya se había popularizado en buena parte del mundo cristiano.Según la tradición, fue el papa Julio I quien ordenó revisar las Escrituras con el objetivo de determinar la fecha del nacimiento de Jesús. Sin embargo, el resultado de esa búsqueda no fue una revelación clara, ya que la Biblia no menciona ni el día exacto del nacimiento de Jesús ni la celebración de la Navidad como festividad.
Curiosidad: No existe ningún documento oficial firmado por el papa Julio I que establezca explícitamente el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús. La atribución se basa en textos posteriores y en la tradición eclesiástica.
Aun así, Julio I acabó instaurando oficialmente la celebración del nacimiento de Cristo el 25 de diciembre, una decisión que marcaría la historia… aunque no estuviera respaldada por los textos sagrados.
¿Nació realmente Jesús el 25 de diciembre?
No lo sabemos y probablemente no.A lo largo del tiempo, historiadores y estudiosos han propuesto distintas fechas para el nacimiento de Jesús basándose en referencias bíblicas, ciclos agrícolas y acontecimientos históricos. Entre las más aceptadas se encuentran:
- Entre septiembre y octubre
- El 6 de enero, fecha que aún celebran algunas iglesias orientales
- Incluso el 25 de marzo
Lo que sí parece claro es que los primeros cristianos no celebraban la Navidad. Durante siglos, el nacimiento de Jesús no fue una festividad relevante dentro del cristianismo primitivo.
La influencia de las fiestas paganas en la Navidad
Si la fecha no estaba clara, ¿por qué elegir el 25 de diciembre?La respuesta está en Roma.
Muchas culturas celebraban en esas fechas festividades relacionadas con el solsticio de invierno, el renacimiento del sol y el triunfo de la luz sobre la oscuridad. Pero la que más influyó en la decisión fue, sin duda, la de los Saturnales romanos.
Los Saturnales se celebraban del 14 al 23 de diciembre, prolongándose hasta el día 25, y estaban dedicados al dios Saturno, asociado al tiempo, la agricultura y el sol y… sí, ese que también se comía a los niños. Eran días de banquetes, regalos, inversión de roles sociales y celebraciones desenfrenadas.
Una estrategia eficaz: no eliminar la fiesta, sino adaptarla.
Una fiesta discutida, prohibida… y recuperada
Con el tiempo, la Navidad fue adoptada por distintas ramas del cristianismo, como la Ortodoxa o la Protestante, aunque no sin polémica.De hecho, en 1647, durante la Guerra Civil inglesa, el gobierno puritano prohibió la Navidad, al considerarla una festividad pagana y una “trampa papista”. La medida provocó tal rechazo popular que llegó a desencadenar disturbios y ocupaciones de ciudades.
Finalmente, en 1660, la prohibición fue levantada y la Navidad volvió a celebrarse con normalidad. No sería la única vez que la festividad sería cuestionada o suprimida temporalmente por razones religiosas o ideológicas.
Curiosidad: El 25 de diciembre también coincidía con la celebración romana del Sol Invictus, el nacimiento del sol invencible, instaurada oficialmente en el siglo III. Una fecha perfecta para simbolizar el nacimiento de Cristo como “luz del mundo”.
Curiosidad: El 25 de diciembre también coincidía con la celebración romana del Sol Invictus, el nacimiento del sol invencible, instaurada oficialmente en el siglo III. Una fecha perfecta para simbolizar el nacimiento de Cristo como “luz del mundo”.
Conclusión
Curiosidad: Durante siglos, algunos grupos cristianos rechazaron la Navidad por considerarla una festividad pagana disfrazada. Para ellos, celebrar el 25 de diciembre era más una tradición romana que un acto de fe.Hoy damos por sentada la celebración de la Navidad el 25 de diciembre, pero su origen dista mucho de ser divino o bíblico. No existe ningún mandamiento ni indicación en las Escrituras que fije esa fecha ni que obligue a celebrar el nacimiento de Jesús.
La Navidad es, en realidad, el resultado de siglos de adaptación cultural, decisiones estratégicas y sincretismo religioso, una mezcla de tradiciones paganas y cristianas que ha evolucionado con el tiempo.
Y quizá ahí resida su verdadero significado: no en el día exacto, sino en cómo cada sociedad ha reinterpretado una celebración que, más que sagrada, es profundamente humana.




Comentarios
Publicar un comentario
Si quieres comentar, adelante, pero siempre con respeto. ¡Gracias!